Por Óscar Simón. El presente artículo no pretende analizar exhaustivamente lo que ha sido el Movimiento del 15M, ni del camino a seguir por el mismo simplemente pretende explicitar, frente aquellos que lo infravaloran, las victorias conseguidas por el mismo hasta ahora.
La gestación del Movimiento
A principios de 2011 cuando más arreciaba la crisis, las revoluciones del norte de África especialmente en Túnez y Egipto, electrificaban el ambiente, traían una vez más al escenario de la historia la acción revolucionaria de las masas. La valentía y la determinación de las gentes del norte de África resistiendo en las plazas, organizando huelgas y protestas masivas hasta derrocar a los dictadores fue contemplada en directo por millones de personas en el mundo entero. Las victorias de Tahrir llenaron los bares, los centros de trabajo y de estudio, las calles, de debates sobre la capacidad de luchar y vencer. Valga recordar que el primer campamento de este ciclo de luchas tuvo lugar en el Sahara Occidental en Gdem Izik en noviembre de 2010, fue el llamado “Campamento de la dignidad” donde miles de Saharauis se agruparon para luchar por sus derechos.
A la vez, la luchas en Grecia contra los planes de Austeridad y la victoria en Islandia, que ha llevado a no pagar la deuda, a encarcelar a algunos banqueros y a juzgar al presidente, llegaban a miles de personas y de alguna manera, contribuían a agrietar el muro de apatía y resignación que atenazaba a la sociedad española, de alguna manera influía en la subjetividad social. Sociedad golpeada por un paro altísimo, la lacra de los desahucios, un gobierno “socialdemócrata” aplicando políticas neoliberales y unas centrales sindicales mayoritarias, que después de convocar una huelga general el 29-S habían entrado vergonzosamente al pacto social, aceptando sin luchar el recorte de las pensiones. En este contexto, la manifestación de la plataforma Juventud sin futuro bajo el lema “Sin Casa, Sin Curro, Sin pensión, Sin miedo” conseguía aglutinar, con métodos inspirados en cierta manera en ‘V de vivienda’, a algunos miles de personas en varias ciudades del estado, especialmente en Madrid, superando el techo de cristal de la izquierda radical.
El 14 de abril, una concentración de trabajadores del sector público contra los recortes en la plaza Sant Jaume de Barcelona, contó con cerca de 30.000 personas que, desbordando la convocatoria sindical, convirtieron la concentración en una manifestación que cortaba la Ronda del Litoral (una de las principales arterias del tráfico de la ciudad) y acababa en la fuente de Canaletes, donde un manifestante llamaba, quien sabe si premonitoriamente, a convertir la plaza de Catalunya en la plaza Tahrir. El sábado 14 de mayo por la mañana, ya en plena campaña por las municipales cerca de 80.000 personas convocadas principalmente por los sindicatos y las organizaciones de la izquierda parlamentaria se manifestaban en defensa de los servicios públicos. Es necesario destacar la gran presencia de personal sanitario y, por primera vez, de la comunidad educativa agrupada en el movimiento “Marea Amarilla”. El 15 de mayo por la tarde, Democracia Real Ya y Juventud sin Futuro convocaban una manifestación que reunía a decenas de miles de personas en diferentes ciudades, siendo la más numerosa la de Madrid (unas 50.000 personas) y 15.000 en Barcelona. Esa misma noche, un grupo de cientos de personas decidió acampar en Madrid, en Barcelona no sucede hasta el lunes que 40 personas deciden quedarse a dormir en Plaza Catalunya. La madrugada del 17 de mayo, a las 5:00 de la mañana, los agentes antidisturbios de la policía nacional en Madrid desalojaron a los acampados pero estos no abandonaron y la tarde del mismo día miles de personas recuperaron la Plaza del Sol.
Es en este momento cuando las energías sociales acumuladas que permanecían invisibles fructificaron en cientos de acampadas masivas a lo largo y ancho del Estado y luego del mundo. Se desencadenó un proceso democrático impresionante que cambió totalmente el panorama político y social del Estado español, uno de los 20 países más ricos del mundo.
Primera Victoria: ¡Sí se puede!
Puede que al leer la primera parte del artículo esta parezca sobrar, ya que no narra ninguna victoria, salvo la reocupación de la Plaza del Sol. Sin embargo, esto no es así, de hecho el surgimiento de este movimiento que ha devuelto la esperanza y la confianza en la acción colectiva a decenas de miles de personas ya es una victoria en sí misma. Vencer la apatía, la resignación, convertir las plazas en ágoras de democracia directa, desterrar el miedo y su derivada el individualismo, desarrollar la solidaridad, devolver la esperanza y la confianza, traer a la superficie la dimensión colectiva de la vida humana como eje central de la misma, ha sido una gran victoria, sin duda la mayor de las hasta ahora conseguidas por el Movimiento 15M. Sin esta modificación de las consciencias, sin este nuevo optimismo aniquilador del miedo, ninguna de las otras victorias hubiera sido posible. A la vez, con cada victoria en las calles esta nueva consciencia del Movimiento se ha hecho más fuerte. En resumen, frente al conformismo de lo menos malo propugnado por los voceros del neoliberalismo el grito desafiante de ¡Sí se puede! atronando en miles de gargantas, incluso hasta un millón el 19 de Junio, supone una gran victoria de un movimiento que ha venido para quedarse y que, aunque parezca mentira, solo lleva en acción dos meses.
Segunda Victoria: La democracia real está en las plazas
El Movimiento se ha desarrollado en las plazas especialmente en forma de asambleas masivas, asambleas con moderaciones rotatorias, donde se ha votado a mano alzada y se han respetado las opiniones minoritarias, aunque esto a veces supusiera retrasos en la toma de decisiones. Miles y miles de personas decidiendo colectivamente desde los lineamientos generales del Movimiento, desde una plataforma reivindicativa lanzada a la sociedad, conocida como “los mínimos”, a si mantener un huerto o no en la plaza. Cocina y limpieza colectiva, servicios de salud, bibliotecas y guardería, entre otro servicios, autogestionados. Todo esto ha sido contemplado por millones de personas a través del televisor e internet; ofreciendo en vivo y en directo una alternativa a la disminuida democracia representativa actual. En la retina de miles de personas permanecerá la existencia de una democracia real donde cuenta la opinión de todas. Esta necesidad de más democracia está quedando plasmada de diferentes formas: reforma de la ley electoral, referéndums vinculantes, nacionalización de la banca como forma de democracia económica, entre otras. Y sobre todo, en la desafección hacia la partitocracia actual. Las formas democráticas del Movimiento revelan un fondo político radicalmente diferente donde priman los intereses colectivos, donde la política no es un medio para forrarse o ascender en la escala social sino un medio donde las personas se convierten en sujetos de su propio destino.
Tercera Victoria: Las plazas son nuestras
El Movimiento 15M, que es acusado por algunos (aquellos que no entienden el proceso dialéctico de la toma de consciencia) de ser naïf y blando en las formas y las reivindicaciones ha conseguido en la calles algunas victorias impresionantes. De hecho, el 17 de mayo en Madrid y, especialmente, el 27 de Mayo en Barcelona se resistió y venció a los antidisturbios de tal manera que durante unas semanas las manifestaciones espontáneas, cortes de carreteras, etc. no eran molestados por ningún dispositivo policial.
Por otro lado, se hicieron estallar las ordenanzas de civismo que prohibían acampar en las plazas, colgar pancartas o superar un límite de decibelios.
Se venció, también, a la Junta Electoral Central, celebrando asambleas de reflexión masivas la noche electoral, muchos dirán con acierto que ganó el PP, pero estos mismos olvidan que gobierne quien gobierne si el pueblo está movilizado, aquello que deciden los parlamentos lo cambian las calles.
En Catalunya se fue un paso más allá y se señaló al parlamento catalán, un parlamento donde CiU y PP han aprobado los peores presupuestos de la historia. Se bloqueó simbólicamente, afirmando que existían y existen otras políticas posibles. Y pese a la campaña de criminalización lanzada por el gobierno de Artur Mas el mismo día 15, la gente saludaba a los manifestantes por la tarde, los coches pitaban, la gente salía a los balcones, algunos reporteros se sentaron frente a la Generalitat con los manifestantes y llegó el 19 de Junio, cientos de miles de personas tomaron las calles desbaratando totalmente la estrategia de Mas y Puig
Cuarta Victoria: Acción directa para una vida mejor
El título de esta parte no es casual, en especial quiero llamar la atención sobre el movimiento Stopdeshaucios en el que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y otros movimientos sociales y vecinales han tenido y tiene un papel muy destacado, asesorando a las familias en peligro de embargo además de centralizar y difundir información muy valiosa para el Movimiento. Pues bien, una vez aparecido el 15M, el número de desahucios evitados ha crecido rápidamente. En muchas ciudades se organizan grupos que acuden en ayuda de los vecinos amenazados. El impacto está siendo tan grande que la policía está cambiando la forma de actuar y está empezando a cortar la calles donde se encuentran los inmuebles para impedir el paso de los piquetes. De nuevo, la confianza en la acción para influir en la sociedad está siendo clave, algunos dirán que son pocos pero más de 60 desahucios en dos meses empiezan a ser algo más que mero simbolismo.
Otro sector muy activo en este sentido está siendo el de la sanidad catalana donde los recortes pretenden cerrar hospitales y Centros de Atención Primaria (CAP). Así, se pretendía cerrar el CAP de la Colonia Güell, un pueblo del extrarradio Barcelonés, pero las persona mayores, en especial las abuelas, decidieron acampar en el centro de salud y después de una semana consiguieron mantener el servicio. Este ejemplo se ha extendido a Badia del Vallés, al Hospital dos de Maig de Barcelona y, en otra medida, también se ve reflejado en la luchas del Hospital del Mar y Bellvitge, entre otros.
Estos serían dos ejemplos de los muchos, como las acciones anti-redadas de inmigrantes en el barrio madrileño de Lavapies.
Quinta Victoria: Los políticos nos quieren cooptar
En la corta vida del Movimiento ha habido varias etapas en cuanto a las reacciones de los partidos políticos: en un primer momento ningunearon las acciones, cuando durante la elecciones vieron que el Movimiento se extendían lanzaron algunos guiños, Esperanza Aguirre llegó a habar de listas abiertas. Después de las elecciones optaron por la represión en Catalunya, València, Palma y hoy llama la atención el caso de Rubalcaba cuyo programa de candidato utiliza la música de las reivindicaciones del 15M. Iniciativa per Catalunya quiere convocar una reunión con el 15M en octubre y así podríamos seguir un rato. Si bien el intento de cooptación tanto de discurso como de personas destacadas en el 15M es un peligro real contra el que es necesario estar alerta, también demuestra que los partidos políticos se han dado cuenta de que existe un nuevo actor político al que deben neutralizar, algunos para que sus demandas no avancen y otros para continuar intentando monopolizar el espacio de la izquierda. Esto va a provocar que durante un tiempo intenten establecer una dialéctica con el Movimiento y ahí radica, en parte, la oportunidad del mismo para apretar, para llevarse el gato al agua, o, como se decía hace unos años, agudizar las contradicciones al máximo. Aprovechar su foco y resaltar que utilizan el discurso del 15M para realizar sus propuestas, a la vez que se mantiene la independencia radical del movimiento, puede ser clave en los próximos meses.
Sexta Victoria: Victoria económica
En estos momentos las victorias económicas están carísimas. Sin embargo, el 15M ha conseguido una que aunque calificable de parcial no deja de ser importante. La lucha por la dación en pago impulsada por la PAH que hoy por hoy es transversal a todo el Movimiento, está poniendo contra las cuerdas al gobierno. Está agudizando sus contradicciones, ya que por un lado dice preocuparse de la gente y sus problemas y por el otro se niega a legislar una norma que afectaría a los beneficios bancarios. Aunque todavía no se ha conseguido la dación en pago de la vivienda sí se ha conseguido modificar el mínimo embargable, es decir, aquella fracción del sueldo que no puede ser embargada para saldar la deuda con la banca. Hasta hace unos días era de 600Є, después de la última modificación es de 961 Є para individuos sin familiares al cargo y algo más de 1.200 para personas con hijos. Si bien no es una victoria total, esta modificación permite una vida más digna a las personas embargadas y es innegable que esto no se hubiera dado sin la existencia del 15M. Sin magnificarla, es necesario destacarla ya que muestra que los gobiernos si quieren, si tienen voluntad política, pueden resistir a los recortes.
Es impresionante como un movimiento de dos meses de vida ha cambiado el panorama y ha obtenido victorias en muchos campos de la vida. Desde posiciones revolucionarias es necesario luchar contra el mecanicismo y la denostación del Movimiento por tener reivindicaciones reformistas (los mínimos). Estas son necesarias para mejorar la vida de la personas y a la vez contribuyen a establecer una relación entre el Movimiento y los millones de personas que todavía no están en él. Estas victorias se han ganado a pulso en las calles con desobediencia civil. Millones de personas luchando por reformas de manera radical están mucho más cerca de la revolución que unos cientos de puristas. ¿Acaso no era reformista pedir la salida de Mubarak? Y la revolución egipcia continúa y, por si alguien no se acuerda, la revolución rusa se hizo al grito de Paz, Pan y Tierra.
Óscar Simón es militante de En Lucha y activista del Movimiento 15-M.