Todos somos cómplices del sistema

Nuestra conformidad con el sistema, nos convierte a todos en cómplices de lo que está pasando en el mundo y de lo que va a pasar, si no lo paramos.

Hasta que los problemas no han llegado a los países del 1er mundo, pocos denunciaban la situación, ahora parece que muchos estamos abriendo los ojos, por la parte que nos toca.

Ha llegado el momento de dejar de mirarnos el ombligo, y de darnos cuenta de que, aunque no lo parezca, todos estamos en el mismo barco.

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