Buenas compañeras/os,
El motivo por el que escribo esta reflexión (no soy muy dado a escribir) es por el compromiso adquirido en la última asamblea general por parte de la Comisión de Política y Economía, referente a una propuesta de posicionamiento al respecto de la Reforma Constitucional. La imposibilidad de tratarlo en la última reunión de nuestro grupo como consecuencia del debate sobre la CAM (esta vez acabamos en consenso) me lleva a plantear por mi cuenta una reflexión que sirva como inicio al debate. Ante la posibilidad de que se siga este debate por mucha más gente desde Toma la Plaza que desde el grupo de Economía y Política me ha llevado a la iniciativa de presentarlo en este foro.
Desde Economía y Política seguimos con el compromiso de presentar una propuesta de declaración, o manifiesto, o comunicado (o lo que sea) en la Asamblea General. Aunque difícilmente esto ocurrirá en la próxima, es mi decisión personal intentar que consensuemos posturas en la próxima reunión de grupo, para poder pasarlo entre semana a los grupos y dar la oportunidad de tenerlo debatido para la siguiente Asamblea General.
Para entrar en materia quiero señalar lo que para mí supone esta Reforma de la Constitución. Lo haré de forma concisa y clara y con el único objetivo de que se abra un amplio debate, eso sí, centrado en la citada reforma y en todos aquellos matices que puedan incluirse en una futura declaración de Toma la Plaza.
Así pues paso a señalar, para su debate, los puntos que considero imprescindibles. A saber:
1.- Las formas con que se consuma esta reforma, en una llamada particular entre Zapatero y Rajoy. No han sido capaces de ponerse de acuerdo en no se cuantos años para modificar el Tribunal Constitucional por ejemplo, pero esto sí (con una llamada).
Con nocturnidad y alevosía, al final de una legislatura, en agosto, deprisa y corriendo.
Sin debate previo, no solo de la sociedad. Si no que tampoco entre los diputados/as, no ya entre los que se oponen y los que no a dicha reforma, si no que no ha habido debate interno entre los propios diputadas/os de cada uno de los partidos. Todo en una llamada Zapatero-Rajoy.
Por último y con argumentos ridículos (no hay tiempo) rehúsan contar con la opinión del pueblo. En fin….
2.- El objetivo de esta reforma es sin duda asegurarse por parte de la oligarquía financiera que el pago (de los créditos para satisfacer los intereses y el capital de la deuda pública del conjunto de las Administraciones) gozará de prioridad absoluta. Curioso el uso del verbo gozar.
Pero hay un segundo objetivo evidente, no menos ambicioso, que supone que de los gastos sociales en España (≈ 70% del Gasto Público) va a ser de donde se recorte para conseguir la estabilidad presupuestaria. Esto tiene otra lectura extra, ¿Quién va a ofertar esos servicios que ya no pondrá a disposición de los ciudadanos el estado? Se trata de convertir la sanidad, la educación y las pensiones, entre otros, en un negocio más, cuyo único objetivo será el beneficio.
3.- ¿Que consecuencias secundarias (no por su importancia) se desprenden de esta reforma?
– Es un golpe de estado de los mercados financieros, que los políticos/as se han plegado completamente a los deseos de los mercados, convirtiendo la constitución en el garante de estos últimos en detrimento de la defensa de la soberanía de los ciudadanos. Se consuma la constitucionalización de la ideología neoliberal.
– Cuando votamos elegimos a nuestros político/as que no nuestros gobernantes (de ahí, en parte, la frase “que no nos representan). Ya que esta medida viene impuesta y jadeada por Merkel y Sarkozy. Por el Banco Mundial, el FMI, el BCE y otras organizaciones supranacionales. Por las Agencias de Calificación. Por la banca. Vosotras/os no sé, pero yo no vi sus papeletas en las últimas votaciones al parlamento.
– Que se evitan buscar posibles soluciones alternativa mucho más viables y solidarias. Hay que entender que el gasto en prestaciones y servicios sociales constituye un elemento importante del relanzamiento económico y del progreso humano. ¿No se pueden recortar en gastos militares, en subvenciones a la Iglesia, en los gastos y sobresueldos de los políticos? ¿No se puede adoptar un modelo tributario progresivo adecuado? ¿Evitar el fraude fiscal? ¿Los paraísos fiscales?
Si el problema es la diferencia gasto e ingresos ¿No podríamos ingresar más en vez de gastar menos?
4.- No podemos dejar de hablar de los efectos colaterales de esta Reforma Constitucional. Para mi, probablemente el más importante sea que ha eclipsado otros temas importantes, como por ejemplo la última reforma laboral. En ella se permite la concatenación de la contratación de manera indefinida y se permite hacer contratos de formación hasta los 30 años.
La última cuestión que se me ocurre es como nos posicionaremos, si seremos capaces de hacerlo con un cierto consenso.
El referéndum pedido por muchas organizaciones es una opción. Desde mi humilde opinión es válida, también entiendo y asumo que otras personas no lo vean así. Algunos pensáis que son sus armas y que con ellas no podemos vencer. Es posible que me equivoque pero creo que en Islandia no fue así.
Pero sin duda un referéndum genera debate, y el debate la confrontación y difusión de ideas. Y eso en sí mismo ya es un gran triunfo.
Lo que tengo bien claro es que nuestro derecho y obligación es generar el debate, con referéndum o sin él. Señalando las falacias y dogmas insostenibles que se dan en las políticas económicas oficiales y, por supuesto, presentar alternativas a todas ellas.
Explicar a nuestros/as compañeras, amigos vecinos y a la sociedad en general que otro modelo es posible.
Un saludo.
Benjamín [compañero de la Comisión de Política y Economía]