“Aunque están más que habituados a ver a diario la parte más descarnada de la vida, profesionales de las urgencias hospitalarias han empezado a constatar que en los últimos meses las personas que acuden a este servicio de puertas abiertas las 24 horas presentan una situación de mayor degradación física, hasta el extremo de volver a ver casos que no se contemplaban desde hacía décadas, como son las heridas con gusanos, ulceradas e infectadas en personas mayores dependientes, consecuencia irrefutable del avance del deterioro social.”