El 15 de octubre de 2011, unidxs en nuestra diversidad, unidxs por un
cambio global, por la demanda de una verdadera democracia mundial: el
gobierno global del pueblo, para el pueblo. Inspirado por nuestros
hermanos y hermanas en Túnez, El Cairo, Bengazi, Daraa,
Palestina-Israel, España , Grecia y Chile, nosotrxs también exigimos un
cambio de régimen, un cambio de régimen global. No vamos a ir a las
instituciones mundiales pidiendo un cambio de política. En las palabras
de Vandana Shiva, la activista de la India, hoy en día pedimos la
sustitución del G-8 por toda la humanidad, el G-7000000000.
Estos son nuestros Mubarak globales, nuestros Assad mundiales, nuestros
Gaddafi internacionales: el FMI (Fondo Monetario Internacional), la OMC
(Organización Mundial del Comercio), los Mercados Globales, los Bancos
Multinacionales, el G-8/G-20, el Banco Central Europeo, el Consejo de
Seguridad de la ONU, el Banco Mundial, el Comité de Basilea de
Regulaciones Bancarias y otras instituciones internacionales
antidemocráticas. Al igual que a Mubarak y a Assad, a estas
instituciones no les debemos permitir controlar la vida de las personas
sin su consentimiento.
Todxs nacemos iguales, rico o pobre, hombre o mujer. Cada Africano y
Asiático es igual a cada Europeo y Americano. Nuestras instituciones
globales deben reflejar esto, o ser anuladas.
Hoy en día, como los Zapatistas Mexicanos, decimos: ¡Ya basta! Aquí el
Pueblo manda y el gobierno obedece.
Al igual que los compañerxs españoles decimos: ¡Toma la plaza!
¡Democracia verdadera Ya! No somos mercancía en manos de políticos y
banqueros.
Hoy llamamos a los ciudadanos del mundo: ¡Globalicemos la Plaza Tahrir!
¡Globalicemos la Puerta del Sol!